Para esto utilizaremos un implante o prótesis mamaria que colocaremos en un plano profundo ya sea debajo del músculo pectoral (retromuscular) o bien por encima del músculo bajo la glándula mamaria (subglandular) o bajo la fascia muscular (subfascial) dependiendo del estudio de la mama de cada paciente.

La prótesis no influye a la hora de dar lactancia materna ni altera las revisiones que el ginecólogo le hace periódicamente. Tampoco hay inconveniente para realizar mamografías, ecografías u otras pruebas diagnósticas que usted pudiera necesitar.

Las prótesis utilizadas son de última generación de superficie texturizada y de gel de silicona cohesivo. Pueden ser redondas o anatómicas, cuya elección dependerá de las características anatómicas de cada paciente.

Todas las decisiones acerca de la posición y el abordaje para la adecuada ubicación del implante, así como de las características particulares de éste en términos de forma y tamaño, se toman de forma individualizada de acuerdo a las condiciones específicas de la paciente.

La mamoplastia de aumento se realiza en quirófano bajo anestesia general. En la mañana siguiente a la cirugía se le dará el alta con un informe médico con la medicación necesaria y el régimen de vida que debe seguir así como un teléfono de contacto para las dudas que pudieran surgirle. Se proporcionará a la paciente los datos de registro de las prótesis implantadas.
Podrá hacer vida prácticamente normal e incorporarse al trabajo a las pocas semanas de la intervención siempre que no realice esfuerzos físicos importantes con los brazos.